Sobre la construcción mental de la realidad (y sexualidad) 6/8

Cita de Oni:

Si las diferencias neuroanátomicas provienen del uso del cerebro por parte del individuo o si el individuo nace con esa diferencia, pues no lo se  :S , no pueden coexistir las dos teorías? Es decir si el cerebro es un órgano más del cuerpo humano, creo que se puede "entrenar", y eso puede provocar un cambió en alguna región cerebral, pero también creo que es posible que un individuo nazca una región en concreto más grande o pequeña y esa diferencia marque algún aspecto de su vida. (…)

Respecto a la asexualidad, no se si una diferencia en la anatomía cerebral sea la causa de la falta de atracción sexual o si esa falta de atracción sexual podría ser la causa de una posible hipotética diferencia en la anatomía cerebral.

La mente y el cuerpo (el alma y el cerebro) siempre coexisten en una relación bidireccional. Eso quiere decir que se influyen constantemente. La materia y la mente interactúan. Pero prácticamente siempre la mente (a no ser que haya una falla física real como una lesión cerebral por accidente, por enfermedad o una falla de nacimiento) domina al cuerpo.

Citaré el ejemplo de “la mujer sin miedo” para ilustrarlo:


S.M. -anonimato que los especialistas se niegan a romper- entiende el miedo. Sabe el significado de la palabra, incluyendo sus matices: miedo, terror, pánico o susto. Incluso, sabe qué situaciones los generan y qué señales del cuerpo evocan miedo.

Ella entiende de forma cognitiva el miedo. De la misma forma en que siendo asexual puedo informarme por aprendizaje cognitivo que situaciones son consideradas “sexuales” de las que no lo son (aun así, de vez en cuando me sigo topando con malentendidos), a pesar de que yo no sienta las emociones que se supone deberían de manifestarse en mí.

También puedo leer en mi pareja las señales físicas de la excitación sexual-emocional: siento su corazón latiendo fuerte, escucho su respiración y sus temblores (son bastante parecidas a los síntomas del pánico). Todo eso apenas con abrazarle y no hacer ningún movimiento. Hay asexuales que manifiestan excitación sexual (emoción), pero no atracción sexual (sentimiento) porque esto es algo que no se puede apreciar midiéndoles el pulso. De la misma forma en que una persona entra en ataque de pánico y nadie puede leerle la razón midiendo sus latidos.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que en el caso de S.M. ella guarda memoria de la emoción del miedo porque sí la sintió durante la infancia antes de que su enfermedad (Urbach-Wiethe) comenzará a calcificarle la amígdala. Aquí existe un factor fisiológico cerebral: calcificación de una zona concreta del cerebro.

Los asexuales no nos caracterizamos por la enfermedad de Urbach-Wiethe, ya que esta consta de otras señales físicas (dermatológicas) bastante apreciables a simple vista. 

La premisa de que las hormonas generan atracción sexual es falsa. Allí está el experimento con los animales y el testimonio de hombres transgénero asexuales que llevan meses inyectándose testosterona. Además, nos consta el testimonio de asexuales que se han vuelto alosexuales y alosexuales que se volvieron asexuales. Por lo que se deduce que tanto la sexualidad como la asexualidad son ambas exclusivas de naturaleza mental.



Cita de Oni:

Tu aportación hace que me plantee nuevas preguntas y eso siempre es bueno. No quise decir que la la percepción cerebral hace percibir la realidad de un determinado modo. Si no que el entorno es percibido por nuestros sentidos y estos le pasan información al cerebro que de modo automático toma una serie de "decisiones" y activa una respuesta, bien sea esta con impulsos neuronales o liberación de ciertas hormonas o compuestos químicos... (si parece que se de lo que estoy hablando, es pura fachada  :P ).

No te preocupes, has hecho un buen planteamiento. A ese punto vamos.

“Caminaba sola a la casa. Eran como las 10 de la noche y la oscuridad era total. A mi izquierda se podía oír a un coro terminando su práctica nocturna en la iglesia local y a mi derecha, un pequeño parque en el que resaltaba un hombre sentado en un banco. No había nadie más. Excepto el hombre. Era un drogadicto. Mientras pasaba por el parque, el hombre me gritó y me pidió que viniera. Me acerqué. Tanto, que quedé a su alcance. Me atrapó con su brazo y me puso un cuchillo en la garganta. ‘Voy a cortarte, perra'”. S.M. dice que no se asustó y se mantuvo tranquila. Sólo oía el coro de la iglesia. Ella miraba al hombre y desafiantemente espetó: “Si usted va a matarme, va a tener que pasar sobre mis ángeles de la guarda primero”. El hombre, sorprendido por su reacción, la dejó ir. En vez de arrancar, S.M. asegura que se fue caminando a su casa. Tan segura, que al día siguiente repitió la ruta.

Ese hecho me recuerda a cuando de adolescente caminaba escuchando música hasta que un hombre me cogió por el cuello. Yo primero me lo tomé a bien y pensé que era un amigo jugándome una broma hasta que escuché su voz pidiéndome que le entregara el MP4 que llevaba. Cuando me di cuenta dije tranquilamente: “No creo que le convenga, el aparato está muy viejo y no funciona bien”. El tipo me soltó, me miro, me pidió disculpas y se fue.

Pero lo mío solo fue debido a mi personalidad que tarda en captar situaciones verdaderamente peligrosas. En otra oportunidad, cuando me asaltaron junto a mi hermana con una pistola (menos mal salimos ilesas) no sentí mucho miedo porque todo me pareció un sueño. Sentí el miedo y el alivio después del evento. Lo interesante es que por cosas mucho pequeñas sí que entro en pánico.

Recuerden que el cerebro capta por medio de tres vías (los sentidos, la memoria –en especial la emocional- y la cognición) y luego se procede a la interpretación mental. Pero todo este proceso dura milisegundos y por eso nos brinda esa sensación de inmediatez directa.

Pero, he aquí otro punto importante, no solo basta eso, sino haberse hecho antes una imagen mental del “yo” en aquel escenario con las reacciones emocionales correspondientes. A esto se le llama una proyección en el futuro y también se guarda en la memoria. Debes mentalizarte con el estímulo -respuesta aprendido.

Es que primero se debe saber qué es un cuchillo: que es peligroso porque produce dolor y que puede matarte. Después hay que saber leer la actitud del otro: voz y gestos agresivos. Si una persona no supiera aquello probablemente tampoco sentiría mucho miedo que digamos. Pero S.M. tiene todo este conocimiento, más no la emoción asociada con el evento.

Nunca antes había dedicado mi tiempo a hacerme una proyección detallista de un asalto perpetrado contra mí para construir todo el histrionismo que debo desbordar. Aunque ahora puedo concluir que tampoco vale la pena porque la actitud tranquila que demostré en ambas ocasiones me hizo enfrentar el contratiempo exitosamente.

No se han brindado datos de cómo S.M. experimenta el dolor. Creo que se sobreentiende que sí lo posee, pero el hecho de no tenerle miedo al dolor (quizás solo perciba disgusto y fastidio) debe darle una resistencia algo mayor a la del promedio de la población.


“Luego de años de intentarlo, una sola cosa hizo que SM entrara en pánico. Se sabe que el exceso del dióxido de carbono concentrado en la sangre (que es una señal de sofoco) induce el miedo y el pánico a los individuos más saludables. Incluso entonces, ella describió sus sentimientos como una falta de control e inestabilidad, lo que no necesariamente es un miedo visceral”.

No es que el monóxido de carbono sea el elemento mágico que la asuste, sino que los síntomas fisiológicos reflejos de la asfixia (taquicardia, ahogo, jadeos e inestabilidad) corresponden con las respuestas psicosomáticas del pánico. Lo que hizo esta mujer fue hacer una lectura consciente de estas señales en su propio cuerpo e interpretarlas como miedo, pero sigue sin estar presente la percepción “visceral” de la emoción.

Quizás debido al daño de su amígdala le es más trabajoso responder a todo el rodeo del estímulo -respuesta aprendido (que para nosotros se nos antoja un "instinto") que se debe de leer en el ambiente para luego provocar la respuesta corporal. Pero en cambio, ella no está inhabilitada para un estímulo-respuesta directo en su cuerpo porque solo tiene que leer el reflejo corporal. Ella puede leer como señales las respuestas físicas una vez que ya están en su cuerpo, pero no puede generarlas en su cuerpo usando su mente.

¿Es una ventaja o una desventaja eso? Depende. La última vez esta cualidad le salvó la vida.

Porque a pesar de que es capaz, como se ha demostrado, de llegar a presentar las respuestas físicas que nosotros conocemos que corresponden al miedo, han pasado tantos años que ha olvidado o le ha dejado de importar por completo al miedo como entidad emotiva o “pasional”, que es un reflejo condicionado que requiere de la intervención del reconocimiento de la base de datos de la experiencia almacenada en el inconsciente. El ego o "yo" de S.M. se ha desposeído o liberado (depende de la perspectiva) del miedo.

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