Sobre la construcción mental de la realidad (y sexualidad) 1/8

Este artículo es una continuación del debate siguiente:


Cita de Oni:

No considero la asexualidad una mutación, pero si creo que hay diferencias entre los procesos químicos a nivel cerebral que nos diferencian de los alosexuales. Así como hay teorías que defienden diferencias genéticas y neuroanatómicas entre homosexuales y heterosexuales, me inclino a pensar que ese sería el caso entre asex y alos.

.La atracción sexual es un proceso en el que el cerebro recoge una serie de información aportada por los sentidos. Todo a nivel inconsciente.

La vista recoge aspectos físicos como la apariencia, el físico, juventud, signos de vitalidad, todo lo que pueda relacionarse con una mayor aptitud reproductiva.

El olfato detecta las feromonas que aportan información sobre el físico y la genética del emisor, así como pueden activar una respuesta fisiológica o conductual en el receptor.

El oido relaciona un tono o una carencia determinada con la morfología (tamaño corporal).
El tacto condiciona como percibimos a la otra persona.

El cerebro recoge toda esa información y si es adecuada desencadena un proceso en el que se liberan ciertas sustancias químicas al torrente sanguíneo que inducen al individuo a un acercamiento hacia el individuo desencadenante.

Creo que de alguna manera, los asex a nivel cerebral no tenemos ese desencadenante que provoca la atracción sexual. Pero no lo calificaría como mutación genética.

Importante: Antes de la sexualidad, viene la construcción de la realidad.

Recomendado este documental. Es imperdible. Investiguen sobre la tarea de representación, interpretación y reconstrucción que hace el cerebro. Material útil también para tratar de comprender otros estados diferentes de conciencia.


Oni, las diferencias de la anatomía cerebral se deben a que la persona utiliza de modo distinto su cerebro.

Es falso que la percepción cerebral hace percibir la realidad de un determinado modo, es al revés: la percepción de un determinado modo influye en la actividad cerebral.

Un buen ejemplo que lo ilustra es el caso de las personas autistas que no perciben el hambre y se supone que el hambre debe ser vital para el sentido de supervivencia (debería estar programado en el cerebro), pero en humanos hay excepciones y sospecho que es precisamente por la conciencia humana. Los alosexuales suelen comparar la sexualidad como una necesidad como el hambre y sabemos que los asexuales no sentimos esa necesidad. Bueno, pues hay personas que tampoco perciben el hambre.

Desafortunadamente, algunos niños no parecen tener apetito. Puede ser que ellos no poseen la habilidad de sentir o de interpretar cuándo tienen hambre. Esta inhabilidad de sentir o de interpretar el hambre es confusa y usualmente significa que la familia es la que se esforzará en alimentar a su niño, ya que él o ella no quiere o no tiene el interés de hacerlo.

Una estrategia que se utiliza frecuentemente en muchos niños con problemas en el comer y la alimentación consiste en retener la comida hasta que el niño tenga mucha hambre. Esta manera ha resultado ser peligrosa y no es apropiada para un niño con el espectro del autismo.


Hace una semanas descubrí que al parecer tampoco experimento el hambre como la mayoría de los otros seres humanos. Diferencio muy bien entre la sensación biológica (mi estomago rugiendo) y el deseo mental (antojo) y raras veces, por no decir nunca, he presentado ambas al mismo tiempo. Así que considero que casi nunca siento hambre. Y cuando siento antojos no los presento de una manera fuerte y no me frustro demasiado. Supongo que se debe a que nunca he estado días enteros sin comer. La gente pobre es la que de verdad padece el hambre y hay personas anorexicas que carecen totalmente de la percepción mental del antojo y comer para ellas es un trabajo duro sin gracia. Mientras que por otra parte hay personas con obesidad mórbida que afirman estar hambrientas todo el tiempo, a pesar de que su organismo este atiborrado. No es hambre lo que sienten ellos, es puro deseo.

A veces paso un día entero en el que por distracción no he comido nada y siento la sensación en las tripas pero no siento el antojo. Sí veo algo que me gusta sí salivo y como de buena gana, pero si solo hubiera en el menú comida que no me gustase pues no la comería, porque puedo ignorar la sensación física del hambre quizás hasta tres días enteros (aunque nunca me he puesto a prueba ni quiero hacerlo), pero no soy tonta y sé que si no como me moriré. Y sí me gusta comer, pero el placer que obtengo de esta actividad es solo en el primer momento. Si como un pastel de chocolate el gusto solo lo siento en las primeras tres cucharadas, por la apreciación del sabor y luego confesaré que luego solo como por ”manía” (movimiento reiterado e inconsciente) y algunas veces como un poco de más porque sí (y mientras como con cierta rapidez no estoy sintiendo placer solo lo hago porque sí).

Hace unos días fui consciente del momento exacto en que mi estómago se sintió lleno pero seguí comiendo. El gusto y la gratificación solo la percibo al comienzo. Luego el sentido del gusto se embota y queda la mecánica voracidad para abatir la ansiedad o para terminar con la actividad lo más rápido posible y pasarme a otros asuntos.De todos modos nunca como demasiado e imagino que se debe a que la sensación física de tener el estomago lleno no me produce satisfacción alguna ni placer. Es más bien pesadez leve o mucha la que me deja.Y sí me gusta comer cuando la comida es deliciosa, pero no obtengo gran gratificación física de ellos. No sé si me explico, pero creo que por eso me mantengo siempre delgada.

Por eso me digo que soy medio cyborg.... No siento hambre ni sexualidad como la mayoría de gente. ¿Es una anomalía o falla grave? Lo sería sin duda si yo fuera un animal, pero siendo humana eso me ayuda a mantener un peso saludable y a ahorrar en métodos anticonceptivos hasta que decida conseguir una fertilización artificial para ser madre. Prefiero verme como un modelo más eficiente antes que un fallo. Pero pueden tomarlo como ambos.

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